El agua, es un elemento muy preciado por todos nosotros, que escasea y aunque su coste no sea muy elevado en la mayoría de poblaciones, es mera responsabilidad social ahorrar en su consumo, además del factor económico. En casa, un gran consumo de agua lo tienen los inodoros.
La capacidad media de una cisterna oscila entre diez-once litros de agua, y la mayoría de ellas, sobre todo las antiguas, no presentan un mecanismo de descarga dosificada. Pero tenemos un sistema para ahorrar agua sin tener que cambiar el inodoro o la cisterna; Veamos como.
El procedimiento para ahorrar agua con una cisterna es tan simple como introducir dentro algún objeto con un volumen considerable, como por ejemplo un ladrillo, una piedra grande, una bolsa de agua cerrada… de forma que disminuyamos el volumen de la misma. Sobra decir, que tenemos que revisar perfectamente que la cisterna no tenga ningún tipo de fugas, porque si es así, lo primero que tenemos que hacer es arreglarla.
Suponiendo que introducimos un objeto, que disminuya la capacidad en un solo litro, realizaremos un ahorro diario de unos 15 litros para una vivienda con tres-cuatro personas, lo cual equivale al año a un ahorro aproximado de unos 5.500 litros de agua. Traducido en euros, unos 30 euros anuales aproximadamente, aunque este importe depende de la población que nos encontremos.