Si hemos logrado reunir unos ahorros, estaremos buscando la mejor opción para invertir nuestro dinero, o quizá necesitamos acudir al banco en busca de financiación. Con las inversiones financieras hay que conocer una regla básica: "A mayor rentabilidad, mayor riesgo", o en lenguaje de la calle, "Nadie regala duros a cuatro pesetas".
Así que debemos saber cuanto riesgo estamos dispuestos a asumir y no dejarnos guiar solamente por la rentabilidad del producto en cuestión. Además que, como se puede leer en la publicidad de muchos de estos productos, "Rentabilidades pasadas no aseguran rentabilidades futuras". Si determinado depósito creció un 4% el año anterior no significa que este año lo vuelva a hacer.
Hoy en día, hay que estar muy atento a los depósitos, hipoteca y bonos tóxicos, productos bancarios complejos que esconden detrás complicadas operaciones financieras con mucho riesgo, que es preciso conocer bien antes de poner nuestro dinero en ellos.
Este tipo de productos financieros tiene nombres como depósitos estructurados, préstamos o hipotecas con cláusula suelo o cláusula techo, permutas financieras o swaps, o bonos convertibles en acciones. A lo largo de próximos posts iremos definiendo cada uno de ellos y las precauciones que debemos tomar antes de contratar un producto que no conocemos con seguridad.
Vía | Consumer En Ahorro Diario | Soy cliente de CCM ¿Ahora qué hago? En El Blog Salmon | Adicae y la denuncia por productos tóxicos