La crisis de los créditos fáciles

Una de las consecuencias positivas de la crisis está siendo el descenso de los anuncios en el televisión de los créditos fáciles, reflejo de la disminución de este tipo de operaciones.

Compañías que ofrecían dinero sólo descolgando el teléfono, sin preguntas, de manera directa e inmediata. Era el boom del crecimiento económico: gasta todo lo que puedas, y cuando no puedas, endéudate.

Bajo el reclamo de un importe de dinero inmediato (por ejemplo, 6.000 euros) y de unas cuotas mensuales pequeñas (290 euros a 24 meses), se esconde un TAE del 13%, prácticamente un tipo de interés propio de la usura. Los créditos personales de los bancos rondan el 6-7%.

Otra de las tácticas que utilizaban para captar clientes era la refinanciación de créditos. Juntaban la hipoteca de la casa, los créditos del coche, de los electrodomésticos, de las tarjeta de crédito, etc. y te ofrecían un sólo préstamo, con el plazo del crédito hipotecario y unas cuotas muy reducidas comparadas con las iniciales. Sólo has conseguido prorrogar tus deudas, y pagar muchos más intereses.

Aunque la gente ahorradora como nosotros desconfía de estas cosas y sabe leer la letra pequeña, muchos eran los que caían en sus redes por culpa de situaciones económicas críticas o simple irresponsabilidad. Supongo que el aumento de la morosidad (son créditos de muy baja calidad) y el descenso del consumo habrá hecho que estas compañías bajen su negocio.

Foto | Flickr de Eric Caballero En El blog salmon | Crédito fácil y peligroso

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