El paso de bebé a niño, implica una evolución en los crios muy importante y difícil a la vez. Andar es una de las tareas más complicadas e importantes y peligrosas que afronta un bebé.
Prueba evidente de esta dificultad la hemos sufrido y comprobado todos, tanto cuando nosotros aprendimos a hacerlo como en la evolución que hayamos observado en algún bebé cercano.
Las caidas, golpes y chichones contra todos los salientes, filos y obstáculos que encuentran en su camino son muy frecuentes y se cuentan por docenas, y es labor de los adultos proteger estas zonas.
Los protectores anti golpes que se comercializan para filos peligrosos y esquinas tiene un precio desorbitado, rondado estos los 6 – 7 euros por metro lineal.
Un sistema muy económico y efectivo para proteger estas zonas y evitar accidentes por golpes de los crios puede ser utilizar las barras de flotación de poliuretano o los churros de piscina que utilizan los crios en el agua.
Estas barras tienen un coste que oscila entre uno y dos euros con una longitud de 1,5 metros. Si enontramos unos modelos que no son macizos, realizando un par de cortes con un cuchillo, podemos proteger todas las zonas de nuestra casa a un precio irrisorio, tal cual acompaña la imagen de este post.
A nivel de seguridad está comprobada su efectividad, dado que abdorben perfectamente los impactos y no tendremos descalabros de ningún tipo en el movimiento de los críos por casa.
Imagen | Remo
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