Regalos al domiciliar la nómina: no es oro todo lo que reluce

El pulso que mantienen los bancos por hacerse con la domiciliación de las nóminas de sus clientes ha hecho que en unos años hayan pasado de regalar juegos de toallas y cuberterías a ofrecer golosos ordenadores portátiles y televisores LCD.

Salvo para aquellos que ya tenemos nuestras nóminas encadenadas comprometidas, tal vez a cambio de una rebaja en el diferencial de su hipoteca, puede ser una buena idea darse una vuelta por las webs de algunos bancos y ver qué ofrecen. Eso y ya de paso leernos la letra pequeña, porque la mayoría de veces nos encontraremos decepcionantes condiciones.

Obligación de contratar cuentas con elevadas comisiones, tarjetas con cuota de mantenimiento u otros servicios que en un principio no deseamos además de unos gastos por envío y/o manipulación en algunos casos claramente desproporcionados son las dos pegas más habituales.

No conviene olvidar tampoco que nos estamos comprometiendo con la entidad a mantener unos ingresos constantes, superiores a una determinada cantidad y durante un tiempo concreto. Y si por cualquier eventualidad no somos capaces de cumplirlo tendremos que costearnos nuestro regalo.

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