Cuando tenemos que esperarnos a cobrar nuestra nómina para pagar el alquiler o la hipoteca, tenemos un grave problema: Vivimos al día. Y es un problema, creado única y exclusivamente por nosotros, como últimos responsables de nuestra mala gestión financiera personal.
Todos los problemas tienen solución, y este también. No es fácil, pero debemos intentar arreglarlo cuanto antes. Las pautas a seguir son:
Aumentar ingresos
Reducir gastos.
Centrándonos en el apartado de reducción de gastos, tenemos que analizar friamente en donde gastamos nuestro dinero. Como pautas generales, comenzaremos analizando los gastos en ocio y todos los que incurrimos fuera del hogar. En este punto se encuadran los gastos más superfluos en los que incurrimos, normalmente exceso de comidas o cenas fuera de casa, eventos sociales de diversa índole no gratuita, como cine, conciertos, centros de ocio…
Y el vartiente de aumentar ingresos, sólo nos cabe la posibilidad de recurrir a realizar más trabajo o complementar el trabajo actual con otro, con la consiguiente pérdida de calidad de vida. Si no podemos recortar más los gastos que tenemos, es la única vía factible para conseguir enderezar nuestra pésima situación financiera.
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