Todos los que tenemos unos ingresos fijos en alguna cuenta corriente y vivimos con el saldo justo en el banco tenemos un problema con las comisiones por descubierto.
Las entidades financieras, en aras de nuestro buen comportamiento como clientes establecen mediante sus criterios unos límites máximos de descubierto para evitarnos devolución de recibos domiciliados entre otros pagos, por ejemplo.
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Pues bien, este trato de favor, tiene un coste muy elevado. Por cada descubierto que se genera en nuestra cuenta corriente, nuestra entidad financiera nos cobra dos conceptos:
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Comisón por descubierto. De manera independiente al importe que estemos al descubierto, nos cobran una comisión que oscila entre 10 a 30 euros en función de la entidad.
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Intereses acreedores por el descubierto en cuenta. Nos aplican un tipo de interés por el dinero que “nos han prestado” durante los días que la cuenta haya estado en números rojos. Estos intereses oscilan desde un 12% a un 30% anual.
La mejor forma de evitar estos cargos es solicitar de forma expresa que no se realice ningún tipo de descubierto en nuestra cuenta. Aunque delvolver recibos domiciliados puede tener un coste, como ocurre ya con Vodafone, siempre va a ser un coste menor que el que nos cobra el propio banco por el descubierto.
Si solemos trabajar así con nuestro banco, podemos llegar a gastarnos en comisiones más de 200 euros al año. Estas comisiones se eliminan con un poco de control sobre la cuenta y sobre nuestras finanzas personales.
Imagen | Sergis Blog
En Ahorro Diario | Comisiones bancarias