Las farmacias están casi siempre abiertas y en cuanto tenemos cualquier mínimo dolor, la primera opción es bajarse a la más cercana y comprar algo para la cabeza, la garganta o el resfriado. Lo que no sabemos es que, sin necesidad de gastarnos un duro, podemos aliviar esos dolores con los productos que tenemos por casa. Lo único que tenemos que saber es cómo utilizarlos.
En el post de hoy voy a aconsejaros unos cuantos trucos o remedios naturales para que, sin gastarnos dinero en medicamentos y de la forma más natural posible, consigamos acabar con esos dolores tan típicos y normales que sufrimos de vez en cuando:
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Resfriado:
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Qué mejor que la típica taza de leche con miel bien calentita. Acompañada por supuesto de una buena bufanda.
Dolor de garganta:
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Coger un ajo, pelarlo, masticarlo bien en la boca y tragarlo. Mano de santo.
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Gárgaras de limón también funcionan muy bien.
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Mezclar la misma proporción de zumo de limón, whiskey y miel. Calentarlo y bebérselo. Os hará sudar.
Tos:
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Coger una cebolla, hervirla en un litro de agua y bebernos ese litro a lo largo del día.
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Cortar una cebolla a la mitad y ponerla en la mesilla de noche mientas duermes.
Dolor o molestia provocado por una astilla o pincho:
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Lo mejor es quitarlo, obviamente. Si frotamos un ajo por el dedo antes de intentar quitar el pincho, conseguiremos sacarlo mucho más fácilmente.
Conjuntivitis u orzuelos:
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Lo mejor que he probado son los baños de manzanilla (del ojo por supuesto). Tres veces al día con el agua calentita. Impregnas una gasa con la manzanilla y te la pasas por el ojo.
Resaca:
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Antes de irnos a dormir, cuando vemos que la resaca al día siguiente es irremediable, os aconsejo beber de uno a dos litros de agua antes de irnos a acostar.
Quemaduras:
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Tan pronto como nos quememos deberemos ponernos agua fría. Cuando el calor disminuya aplicamos en la zona clara de huevo levemente batida.
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Cortar una patata a la mitad y frotarte.
Golpe sin sangre:
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Pasarte por la zona un algodón impregnado de vinagre.
Golpe para evitar moratón:
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Untar con manteca de cerdo fría.
Foto | Marcos Cosimi Cannata