Hace unas semanas, la organización de consumidores FACUA dio a conocer unos datos interesantes. Dependiendo del concesionario donde se compra un coche, la diferencia de precio puede llegar a los 3.600 euros. Un mismo vehículo, con unas mismas prestaciones y un mismo equipamiento, puede salir por 19.300 euros o bien por 15.700 euros, lo que supone un ahorro del 18,7%.
¿Dónde está la diferencia? En la capacidad de negociación del comprador y en la voluntad del vendedor de ganar una venta, lo cual suele ser inherente a su condición de vendedor. Precisamente por esa predisposición, la capacidad de negociación del comprador puede condicionar la voluntad del vendedor de rebajar sus precios.
¿De qué manera podemos lograrlo?
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En ocasiones, un concesionario puede rebajar su margen de beneficio porque quizá tenga una necesidad puntual de alcanzar un mínimo de ventas en un periodo concreto. Por eso se suele decir que desde el mes de noviembre hasta los primeros días de diciembre es un momento clave para comprar un coche. También puede influir en un recorte de precio el hecho de que el coche de nuestros sueños esté en stock a la espera de ser vendido.
Teniendo eso en cuenta, lo primero es organizar nuestra visita a los concesionarios. En los sitios web de las marcas suele haber abundante información sobre el modelo que nos interesa, de manera que podemos acudir preinformados, aunque siempre es bueno escuchar la palabra del vendedor para acabar de decidirnos por el vehículo que más nos conviene. También es frecuente encontrar buscadores que nos facilitarán la tarea de localizar los concesionarios, con lo que nuestra labor de prospección será algo más sencilla.
Con la lista de los concesionarios en la mano, es cuestión de comenzar la pateada. Pedir en varios concesionarios información adicional sobre el vehículo y precio final (incluyendo impuestos) nos servirá para acabar de aclararnos sobre el modelo que nos conviene y para ir buscando unas primeras diferencias económicas, que luego deberán matizarse.
En efecto, la segunda fase de nuestra peripecia deberá contemplar la llamada telefónica a los concesionarios advirtiendo de la mejor oferta que nos han hecho hasta el momento. Es posible (o no) que a cambio de una conversación obtengamos una rebaja más que sustancial. En el caso analizado por Facua, más de 3.000 euros con una simple llamada.
Vía | Facua
Foto | Flickr (John Karakatsanis)