Si el otro día os hablábamos de la medida de recorte de comisiones en las tarjetas bancarias como algo positivo para el pequeño comercio, la otra cara de la moneda es que seamos nosotros los usuarios los que tengamos que pagar un precio más elevado por mantener nuestras tarjetas.
Según fuentes oficiales de MasterCard, la consecuencia de esta reducción es que los consumidores van a ver el coste de sus tarjetas y otros servicios bancarios incrementados. La reducción de las tasas de intercambio en más de un 50 % entre 2006 y 2010, ya provocó que los gastos anuales de tener una tarjeta se incrementaran en el mismo porcentaje, y se augura lo mismo de esta medida.
De todas formas, lo que se espera es que los bancos busquen una compensación para poder cubrir esta pérdida de ingresos que no nos afecte, que por otra parte sería lo más lógico. Además, uno de los principales problemas derivados de todo esto es que si los consumidores tienen que pagar más por sus tarjetas, es muy probable que opten por utilizar más dinero en efectivo. Un círculo vicioso.
Imagen | Jorge Franganillo
Vía | expansión
En Ahorro diario | Las comisiones de las tarjetas de crédito serán como máximo de un 0,3 %