Cocinas solares ¿sirven para algo?

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Las cocinas solares son dispositivos que nos permiten calentar un recipiente a temperaturas de cocción o ebullición utilizando directamente la energía del sol.

El mecanismo es simple, una parábola de material reflectante actúa como concentrador de los rayos solares agrupando la energía calorífica de los mismos en un área concreta.

El coste de la energía solar obviamente es cero euros, el coste de un sistema de calentamiento de este tipo oscila desde los 170 a los 300 euros. La potencia de este tipo de cocinas radica en el diámetro de la parábola como fuente concentradora de los rayos solares.

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Para un diámetro de 140 cm se tiene una potencia aproximada de 600 kW. Esta potencia permite hervir una cantidad aceptable de agua en unos 8 minutos y sobrepasa con creces la temperatura de ebullición del aceite (se puede freir por tanto). Las pegas de uso que yo le veo:

  • Imprescindible exteriores o zonas de la vivienda donde entre el sol a raudales y con la inclinación adecuada.

  • La posición del sol va cambiando cada día respecto la tierra, por lo que no todos los días a la misma hora tendremos las condiciones adecuadas para cocinar para el mismo lugar físico.

  • Se requiere reorientación de la parábola cada veinte minutos aproximadamente (recordemos que la tierra se mueve)

  • Tiempo de montaje, 2 horas, más media hora de desmontaje. No es práctico para estar todo el día en el jardín.

  • Dependes de la climatología y sólo se puede usar de día (obvio, por la noche como que no hay sol).

  • El espacio global que ocupa es muy grande. Sólo es viable en casas con jardín o zonas rurales.

  • Se requiere el uso de recipientes (satenes y ollas) de color negro. La absorción de los rayos solares es plena. Dudo que funcione bien con recipientes de acero inoxidable por ejemplo, con un alto grado de reflexión.

  • El control de temperatura es complicado, dado que tenemos que jugar con la posición de la parábola y aún así se conceguirán buenos resultados.

En definitiva, como sistema complementario o alternativo a lugares donde no llega energía eléctrica, gas o similar es una opción planteable, pero desde luego, la tecnología de concentradores solares e incluso la capacidad de almacenamiento de dicha energía calorífica deja mucho que desear a día de hoy.

Tal y como yo lo veo, más que un ahorro económico, es un buen gesto para con la naturaleza y sostenibilidad siempre y cuando tengamos algún sitio donde sea viable su uso, que realmente dudo que se pueda usar la mayoría de los días.

Más Información | alsol.es
Enlace | Vídeo original en Youtube

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