Cómo evitar que unos zapatos nos hagan daño

Cómo evitar que unos zapatos nos hagan daño
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Debe ser que alguien nos hecha un maleficio, estamos en la zapatería y los zapatos nos sientan de maravilla. Nos imaginamos con ellos caminando y pensando que cómodos, que bien nos quedan, pero al llegar a casa y después de haberlos usado un día o dos (imposible cambiarlos ya) nos duelen los pies. Cómo evitar que unos zapatos nos hagan daño es sencillo y fácil.

Da igual si te duelen por delante o a la altura del talón, lo único que tienen que hacer es coger un algodón impregnarlo en lanolina y frotar el zapato por dentro. A continuación y antes de que se sequen póntelos para que la piel se acople a la horma de tus pies.

Ya los podrás calzar con total normalidad, pero si aun así te siguen molestando un poco ponlos una plantilla fina, quizás si levantas uno o dos milímetros el pie consigas evitar que te duelan por el roce (sobre todo la zona del tobillo).

Imagen | Danielo_Bolo en Flickr
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