Ahorrar se ha convertido en una auténtica obsesión para el ciudadano. Buscar métodos, ofertas, descuentos, cosas que hacerse uno mismo o actividades gratis es el objetivo de cualquier buen ahorrador. Las empresas eso lo saben, y el mercado está plagado de ofertas de cualquier índole.
Pero esta semana ha habido una que se ha llevado la palma en cuanto a originalidad: descuentos en muebles por... ¡quitarte el pelo del cuerpo!, aumentando en función de la cantidad de partes del cuerpo que te dejes depilar.
Desde el blog de Yo llego a fin de mes nos han ofrecido una semana muy prolífica en cuanto a trucos de ahorro, como aprovechar las cortezas de los quesos para utilizarlas como queso rayado, o los múltiples usos que nos puede ofrecer un periodico usado en nuestra cocina. Aunque también nos han recordado que seamos conscientes del peligro que para la economía doméstica tienen las tarjetas de crédito.
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Aunque a nuestro juicio, una importante noticia relacionada con el ahorro y con uno de los valores que defendemos en este blog, como es el consumo inteligente, es la advertencia que la Unión de Consumidores de Extremadura ha efectuado esta semana en consonancia con lo que nosotros desde hace varios meses venimos denunciando desde nuestra sección "Cuando nos la intentan colar": los 'envases ahorro' en ocasiones "son más caros que los pequeños", y asegura que "es una práctica ilegal anunciarlos como formato ahorro".
Quizás la culpa la tenemos nosotros, los consumidores, que nos hemos dejado llevar por los cantos de sirena del marketing, el consumismo y el dinero... Y posiblemente sea ya el momento de preguntarnos si no es más rico el que más tiene sino el que menos necesita.
Y es que, como bien nos comenta nuestra lectora Carmen G, ahorrar es bueno, pero sin llegar a según que extremos que nos impidan ver la relatividad del ahorro frente a otras cosas importantes.