Una buena idea para nuestra tranquilidad financiera y mental es crear un fondo de emergencia. Unos ahorros que tendremos apartados para utilizarlos para las emergencias e imprevistos que tarde o temprano acaban surgiendo: una lavadora estropeada, una visita obligada al dentista, una reparación del coche, etc.
Aunque sea difícil ahorrar con un sueldo de mileurista, hay que hacer el esfuerzo de ahorrar aunque sea 50 euros al mes. Si vamos guardando un poco cada mes, conseguiremos crear un fondo sustancial al cabo de un tiempo.
Es bueno que este fondo esté en una cuenta corriente separada de la que utilizamos habitualmente para no caer en la tentación de recurrir a él en cualquier momento o en un depósito bancario que nos produzca buenos rendimientos.
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Podremos recurrir a ese fondo en caso de extrema necesidad, y así evitaremos tener que endeudarnos con la tarjeta de crédito o con un préstamo personal, que suelen gravarnos con intereses excesivos y que empeoran nuestra situación financiera para los futuros meses.
Además, la tranquilidad que nos da no vivir con el agua al cuello y sabiendo que tenemos las espaldas cubiertas, bien merece la pena el esfuerzo.
Foto | Flickr de Leonardo Dell'Aquila En ahorro diario | Quítate el hábito de las tarjetas de crédito, Sal de tu zona de confort