Esta noche cambia la hora para adaptarnos al horario de invierno, y así aprovechar más el horario ‘solar’ en pro de la eficiencia energética.
Esta tradición que se sucede en nuestro país los últimos domingos de los meses de marzo y octubre de cada año tras el año 1974, fue consecuencia de la necesidad de ahorro energético tras la primera crisis petrolera del año 1973.
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Como ya se ha comentado en estas páginas, este cambio horario nos permite ahorrar energía por una menor necesidad de ‘tirar’ de la luz artificial, pero también nos permite ahorrar energía globalmente.
Con esta ‘buena costumbre’ no solo el Estado y las empresas ahorran energía, al no necesitar tantas horas de iluminación en sus edificios, sino que también el bolsillo de las familias sale beneficiado.
¿En qué podemos ahorrar con el cambio horario, además del menor consumo de electricidad por la menor necesidad de iluminación artificial?
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Ahorro en calefación al aprovechar en mayor medida el calor de los rayos del sol
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Menor consumo eléctrico al poder tender la ropa durante el día, y tirar menos de secadoras y otros utensilios
Además de lo anterior, el cambio horario mejora nuestra calidad de vida al posibilitarnos la práctica de deporte al alargar los días, y aumenta la seguridad en el tráfico, al mimizar las horas en las que el grueso de los conductores conduce sin luz natural.
Por cierto, ¡recordad que a las 3 de la mañana vuelven a ser las dos!
Imagen | arcticpuppy
En Ahorro Diario | Algunos consejos para ahorrar energía en el invierno