De nuevo otra práctica más para ahorrar en Navidades que es básicamente huir de la ciudad y de la espiral de consumismo que se crea en ésta. Y es que es dificil huir de ella, tendremos cenas de amigos, de trabajo, desayunos, compras de loteria de navidad, visitas con los hijos a abarrotados y caros lugares... en definitiva, ¿unas vacaciones relajantes? Muchas veces no. Mi propuesta es salirnos de la rutina y si podemos tomarnos unas vacaciones, irnos a una casa rural y pasar ahí unas navidades en familia o con amigos, tranquilas y alrededor de un fuego. Cierto es que de esta forma tendremos que pagar un alojamiento pero es prácticamente seguro que este gasto se compensa con el dinero que estamos dejando de gastar en las navidades de la ciudad.
Además os aseguro que esto serán unas vacaciones de verdad y volveremos al trabajo con las pilas cargadas de verdad y no más estresados que cuando nos fuimos como sucede muchas veces.
Imágen | Reinante El Pintor de Fuego