¿Mejor con o sin publicidad?

¿Mejor con o sin publicidad?
Facebook Twitter Flipboard E-mail

El otro día cuando entraba en mi edificio después de una semana de vacaciones descubrí el cartelito que adorna nuestra puerta: “Esta comunidad no admite publicidad“ y lo primero que me vino a la cabeza fue una alegría que por poco me pongo a botar en plena calle. ¿El motivo? Pues así de buenas a primeras que ya no tendré que aguantar los timbrazos en mi piso 20 veces cada mañana.

Debe ser que vivo en un número que queda al alcance de las manos en la caja de timbres porque…¡todos llamaban a él! Al margen de esta ventaja que no tiene nada que ver con el ahorro (al igual que la de encontrarse los buzones limpios y vacíos), pensé que ahora ya no tendré las típicas tentaciones de pedir comida rápida (basicamente) un día que no me apetece ponerme a cocinar al ver la buena pinta que tiene. Si no tengo los folletos delante, fuera tentaciones y ¡fuera gasto!

Pero analizándolo más detenidamente, he llegado a la conclusión de que en realidad tampoco me beneficia tanto. ¿Qué pasa con las ofertas de las que ahora ya no voy a enterarme? Algunas era importante saberlas para decidir dónde comprar…

Imagen | neregauzak

Comentarios cerrados
Inicio