De entrada os diré que en muchas ocasiones aún pienso en pesetas y a día de hoy me ayuda bastante a la hora de comprar pensando antes lo que cuesta en las dos monedas. Pero de un tiempo a esta parte esto va dejando de tener valor, han cambiado mucho las cosas y la gente joven no entiende de pesetas.
Ahora pienso ¡en pollos! y me ha dado una nueva visión, la tengo muy en cuenta, cuando gasto o invierto mi dinero. Yo pienso en eso por casualidad, una vez cuando me dijeron el precio de un artículo, muy por encima de su valor, dije para mi, ¡dos pollos! y desde entonces hago similitudes con esta rica ave.
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Suelo comprar una bolsa en un gran súpermercado donde vienen dos pollos, el precio nunca supera los dos euros por kilo asi que la bolsa raras veces me sale por más de 6 euros. En muchas ocasiones no podrás comparar esto con otros artículos, también de primera necesidad como puede ser la leche, pero para mantener un control del gasto te invito a que lo pruebes cuando adquieras algún que otro capricho innecesario.
Esta semana sin ir más lejos mi hijo me ha pedido una revista de una famosa esponja amarilla y me he quedado de piedra al ver que costaba la increíble cantidad de casi 5 euros. Si, como he dicho antes mi cabeza pensante ha dicho ¡casi dos pollos por favor! y no la he comprado, me dicen que no es tan cara y opino “boba de mí que me he quedado estancada en el precio de la Pronto”.
Pero no todo es pensar en el momento de pagar los pájaros (o filetes) en caja, es entender que con esa inversión para mi casa comemos 5 y cuando algo sobra, que siempre sobra, se hacen croquetas de pollo para la cena y un rico caldo con los esqueletos, pensando lo que cuesta ir a comer fuera 5 personas la misma comida y un día de diario lo pongo en la balanza todo y le digo a mi hijo ¡no hay revista!
Mis hijas me dicen que estoy obsesionada asi que ahora pienso por lo bajini y no doy argumentos cuando mi opinión es negativa a la hora de comprar algo. Me va de maravilla a la hora de comprar con este pensamiento, hay tantas chorradas miles en las tiendas que te alejan de tu presupuesto sin parar que es difícil no echar al carro alguna vez.
¿De verdad me hace falta un ambientador?, ¿el súper quitamanchas rosa de nombre tan difícil?, no, esta semana, y muchas otras, en mi casa se come pollo.
¿Te atreves a pensar asi o ya lo hacias con otra cosa?
Imagen | chavezonico
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