Hay familias, aunque son una minoría, solo utilizan el vehículo privado para sus esporádicos viajes de fin de semana, puentes y vacaciones, afrontando los gastos derivados del mantenimiento de un vehículo como la prima de seguro, el impuesto de circulación, revisiones anuales, neumáticos etcétera, que lo convierten en la opción menos interesante para su transporte.
Para este tipo de familias, tal vez sería más recomendable ‘hacer números’ porque es posible que les salga más a cuenta la opción de alquilar un vehículo en los días que sea necesario, como por ejemplo en las vacaciones.
Esta opción cada vez está ganando más adeptos en las familias españolas desde los inicios de la crisis económica, con un consumidor mucho más racional que prefiere pagar por lo que realmente utiliza en detrimento de la propiedad. ¿Se lo han planteado ya?
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