Recession Pounds: que el ahorro no sea sinónimo de comida basura

Recession Pounds: que el ahorro no sea sinónimo de comida basura
Facebook Twitter Flipboard E-mail

Se está extendiendo por los artículos anglosajones en los últimos meses un término que yo no había oído utilizar hasta ahora, pero que tiene su sentido. Es eso que llaman “recession pounds”, algo que en traducción libre podríamos denominar “sobrepeso por la crisis”. También se le conoce como “obesidad financiera”.

Hace referencia a la posibilidad de que las personas, por culpa de la necesidad de ahorrar y de la angustia por su situación financiera, se lancen a la comida basura como método para gastar menos y acaben pagándolo en forma de deterioro de la salud.

En teoría, los alimentos de calorías vacías o altos en azúcar y en grasas saturadas son más baratos. En teoría, también existe fama de que los restaurante de cómida rápida cuestan menos. La cuestión es: ¿menos que qué? ¿Menos que comer en casa? Desde luego que no.

¡Cuidado!, publicamos esta oferta hace más de dos semanas, y el precio puede haber cambiado. Para no perderte ninguna oferta, suscríbete a nuestro Telegram, Twitter o síguenos en Facebook con Compradicción (con todas las ofertas) y Compradicción Lifestyle (solo con las ofertas de Moda, Belleza, Deco, Deportes y Bebés) y las recibirás en cuanto las descubramos.

Ver últimas ofertas de otros »

Respecto a lo primero: las chucherías, bolsas de patatas fritas industriales, pajitas o todo tipo de alimentos similares pueden parece baratos en un principio, pero acaban resultando más caros, sobre todo en situaciones en las que ahorrar es una obligación, más que una necesidad.

Sin ir más lejos, el pasado viernes vimos por televisión (en “Ajuste de cuentas”) un ejemplo exagerado de esto: un hombre que, acuciado por la crisis, se dejaba más de 600 euros al mes en comprarse cosas así en la máquina vending de su trabajo.

Obviamente, es un caso límite, pero lo cierto es que es muy fácil acostumbrarse, a determinada hora del día, a comer un “aperitivo” de este tipo. Crean cierta dependencia o ansiedad y acabamos gastando en ellos dinero que nos podríamos ahorrar si nos llevásemos de casa un simple pan tostado de casa para matar el gusanillo.

Respecto al tema de los restaurantes de cómida rápida: es cierto que son baratos en comparación a otros, pero casi nunca salen mejor que prepararte eso mismo en casa. Las hamburguesas, el arroz tres delicias y otras comidas similares cuestan menos (y en algunos casos, mucho menos, caso de las pizzas) si las cocinamos nosotros mismos.

En definitiva, que si elegís estos alimentos sea porque os apetece en ese momento daros el gusto, no por cuestión de ahorro. No caigáis en la trampa del “recession pounds”.

Vía | Yahoo
En Ahorro Diario | Siete consejos para ganar dinero ahorrando en salud
Ilustración | Flickr de Joe_13

Comentarios cerrados
Inicio