Organizar un viaje implica hacer muchas cuentas y tomar decisiones. La contratación de un seguro de viajes es, tal vez, una de las más importantes a pesar que suele dársele una relativa trascendencia.
Si tratamos nuestro viaje con una agencia de viajes tradicional, el tema de los seguros es "pasado por encima" por muchos empleados, ya sea por desconocimiento o por evitar el común rechazo a sumar más gastos al presupuesto. Si la organización está en nuestras manos, a través de agencias online o por nuestra exclusiva responsabilidad, sepamos que debemos encarar sí o sí este punto.
Sin embargo, considerarlo un "gasto" es un gran error. Siguiendo los sabios consejos de nuestros abuelos: es mejor curar en salud.
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Los seguros de viaje básicos ofrecen una cobertura mínima pero suficiente. Suelen estar incluidos en los viajes organizados a través de las agencias de viajes (sean grupales o individuales). Tal vez lo más interesante de ellos es el caso de cobertura en caso de overbooking o sobreventa de billetes. Atención: las indemnizaciones varían en función de la tarifa abonada. Si viajamos por nuestra cuenta, podemos tomar contacto con las empresas especializadas y contratarlo directamente.
Los seguros médicos se imponen para cualquier tipo de viaje, pero muy especialmente cuando el destino es uno de los llamados "exóticos" donde, además de las previsiones sanitarias que tomaremos, podemos encontrarnos con algún problema por la dieta o el clima del lugar. Este tipo de seguros es, diría, "obligatorio" cuando viajamos con niños, con mayores o en el caso de algún pasajero que requiera atención médica regularmente.
Recordemos que los servicios sanitarios en el mundo, aún los públicos, no siempre son gratuitos. Los ciudadanos europeos y residentes en los países miembros de la Unión Europea, gozan de asistencia sanitaria pública en los paises miembros. Para lo cual deberán contar con la Tarjeta Sanitaria Europea que se solicita en los centros de salud del luagr de residencia habitual.
Si somos previsores y acostumbramos a contratar un viaje con varios meses de antelación, recordemos prever un seguro de cancelación para evitar dolores de cabeza en el caso fortuito que tengamos que cancelar el viaje a último momento. Estos seguros de cancelación o de anulación dejan de tener efecto en el momento en que comenzamos el viaje. ¿Gasto inútil? ¡Cuéntaselo a la familia que tuvo que cancelar billetes, crucero y hoteles por una simple enfermedad infantil !
Existen, además, seguros especiales que cubren actividades específicas. Viajes deportivos o de aventura. Ya volveremos sobre el tema para hablar de ellos.
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