Cuando decidimos ahorrar lo primero que hacemos es pensar en nuestros gastos corrientes, y una vez que los tenemos presentes descartar aquéllos consumo que son prescindibles para así asignar ese dinero a otros menesteres o sencillamente al ahorro.
Tal vez uno de los gastos que están cobrando una mayor importancia por el encarecimiento de los precios de la energía, es el utilizar el vehículo privado para asistir a nuestro trabajo en el centro de las ciudades, puesto que deberemos consumir gasolina, atender revisiones periódicas, cambiar neumáticos, pagar una plaza de garaje, lidiar con los revisores de las zonas de estacionamiento regulado, y un largo etcétera de asuntos más, destronando a esta opción para desplazarse por el centro de las ciudades en favor del transporte público.
Bien es cierto que no todo el mundo vive en el centro de las ciudades, y más todavía que cuando vivimos en el área metropolitana no siempre existen buenas combinaciones de transporte público, no quedándonos más remedio que acudir al transporte privado. Pero desde aquí les animo a que echen números y comprueben la diferencia económica que les supone escoger por esta opción en lugar del transporte público. Seguramente digan que el coche es lo más cómodo, pero ¿les compensa económicamente ese confort?
Imagen | jlcernadas
En Ahorro Diario | Circule por la ciudad a marchas largas con su vehículo