Hoy en día, encontrar ciertos profesionales resulta muy difícil. Electricistas, carpinteros o albañiles están casi en peligro de extinción. Si necesitas hacer una pequeña obra o un arreglo en casa, es probable que tengas que esperar mucho tiempo. Por eso, el "hazlo tú mismo" puede ser una buena opción para trabajos sencillos.
Todo empezó con un congelador
Compramos un congelador para la cocina. A veces cocinamos grandes cantidades de una sola vez (principalmente, croquetas o lasaña que hacemos nosotros mismos) o aprovechamos alguna oferta, sobre todo en salmón, que es mucho más barato si lo compras entero, y todo acaba en el congelador. El del frigorífico es diminuto, así que decidimos comprar uno pequeño. Concretamente, este Artica de 99 litros.
Pero nos llevamos una desagradable sorpresa al mover el frigorífico: solamente había un enchufe. La opción de poner una regleta no me convencía, así que intentamos instalar un nuevo enchufe. No encontré ningún electricista disponible. En algunos casos, el precio por instalar el enchufe era incluso mayor que el del propio congelador. Aun así, ninguno podía hacerlo antes de tres meses.
Así que con mi breve experiencia en trabajos de verano, algunos relacionados con el mundo de la electricidad, me animé a hacerlo yo mismo.
Puedes hacerlo tú mismo
Enchufe monoblock doble LIKA color blanco
Fui a Leroy Merlin para comprar todo lo necesario y, allí, encontré algo mucho mejor. Mi idea inicial era colocar un enchufe de superficie, mucho más sencillo que uno empotrado, y traer los cables desde una caja de conexiones cercana.
Sí, una solución bastante engorrosa, sobre todo si no tienes experiencia. Pero ya lo había hecho antes al instalar un televisor en el dormitorio de mi hijo, así que sólo era repetir el proceso.
Sin embargo, encontré una opción mucho más fácil y rápida: este enchufe doble solo necesita el hueco de un enchufe empotrado. Es decir, sustituyes uno por dos en el mismo espacio, sin necesidad de cableado adicional.
Es, por decirlo de algún modo, una regleta empotrada. Y en este caso, sus 16 A son suficientes para el frigorífico y el pequeño congelador. Es importante tener en cuenta que esto no serviría para una secadora o cualquier otro electrodoméstico de alto consumo, que requeriría una instalación más compleja.
Su instalación es muy sencilla: basta con retirar el enchufe actual (cortando previamente la electricidad) y sustituirlo por este. Solo hay que conectar tres cables y, en menos de cinco minutos, tendrás un enchufe doble donde antes solo había uno. Y sin más herramientas que un destornillador.
El precio también es bajo, así que no tendremos que hacer un gran desembolso: 6,27 euros. En mi caso, lo tenían en la tienda, pero si se compra online, se puede recoger gratuitamente en cualquiera de sus tiendas.
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Imágenes | Leroy Merlin, Jose Manuel Gallego
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