Si sois seguidores de este blog desde este comiendo es de suponer que estáis haciendo un esfuerzo por ahorrar y que por tanto habréis conseguido algo. Las razones de ahorrar son múltiples, una de las más comunes es contar con algo de dinero para futuras contingencias o grandes gastos futuros.
Pero también existen ocasiones en las que se ahorra con un objetivo claro, como la compra de un coche, el pago de la entrada de una casa o unas vacaciones a cualquier lugar. Una vez que contamos con la cantidad deseada es posible que nos veamos tentados a no gastar ese dinero porque no queremos ver “desaparecer” nuestros ahorros.
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Esto en realidad no es así, nuestros ahorros se materializarán en aquello para lo que tanto tiempo estábamos ahorrando y debemos gastar ese dinero con alegría ya que es el final de ese camino. Es la recompensa a nuestro esfuerzo. El ahorrar por ahorrar puede convertirse en algo bastante poco sano o puede llegar a desanimar, pero si tenemos estas metas y recompensas finales una vez la tengamos comenzaremos de nuevo a ahorrar sin problemas, porque sabemos la satisfacción final a la que nos llevará.
Imagen | Fernando Reyes Palencia