El truco de la cerilla

El truco de la cerilla
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El baño es uno de los lugares de la casa donde peores olores pueden aparecer. No son pocos los que hoy optan por comprarse un ambientador, pero ¿nunca os ha pasado que el olor del ambientador termina por ser agobiante o incluso más desagradable que el del baño? Al final, nos compramos tres ambientadores diferentes, ninguno nos gusta como hace su función y acabamos por dejarlos al fondo de algún cajón. Resultado, hemos tirado el dinero a la basura.

Para hoy, un simple truco con el que conseguir que desaparezcan esos malos olores sin tener por ello que gastarnos apenas dinero y sin necesidad de sufrir con los falsos olores a mango, coco o bosque de acacias y fresnos.

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Para llevar a cabo este sencillo consejo no necesitarás más que una caja de cerillas. La idea es que, cuando notes que no huele muy bien, enciendas una o dos cerillas. El típico olor de cerilla quemada, ese olor característico de fósforo ardiendo inundará por completo el aire de vuestro baño y en poco tiempo eliminará tras él el rastro de mal olor.

Os parecerá raro, pero os reto a todos a que lo probéis alguna vez en casa y experimentéis por vosotros mismo la magia de las cerillas.

Imagen | Yosi

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