A todos nos ha pasado el lanzarnos a comprar una impresora que tenía un precio espectacular y en el momento que se nos gastan los cartuchos darnos cuenta de que los recambios nos salen más caros que la propia impresora nueva. Por esto a la hora de comprar una es mejor ver su coste a largo plazo.
Para ello es fácil hacer un calculo rápido aproximado, para ello debemos hacer una valoración del número de páginas que imprimiremos a lo largo de un mes, pongamos que somos un estudiante e imprimimos una media de 200 páginas al mes. Según las especificaciones de la impresora cada cartucho nos permitirá imprimir 600 páginas (por ejemplo). De este modo gastaremos 4 cartuchos al año.
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Ahora bien supongamos que una impresora nos sale por 50 euros y la otra a 100, a priori la primera es el doble de barata. Pero imaginemos que cada cartucho de la primera nos sale por 50 euros y los de la segunda a 30 euros, veamos su coste en un año:
- Impresora A: coste inicial 50 euros + 4 cartuchos de 50 euros = 250 euros de coste del primer año impresora.
- Impresora B: coste inicial 100 euros + 4 cartuchos de 30 euros = 220 euros de coste del primer año impresora.
Tan sólo en el primer año ya habríamos ahorrado dinero, por no hablar que desde aquí el ahorro irá siendo mayor año tras año y además es probable que la impresora de 100 nos ofrezca una mejor calidad. No he querido complicar el tema pero también es probable que los cartuchos de la segunda nos ofrecieran una autonomía mayor en número de páginas, lo que haría el ahorro mayor. Así que ya sabéis antes de comprar una impresora echad cuentas.
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Imágen | William Hook