Cuando vivimos solos en nuestra casa, debemos tener presentes algunas costumbres para evitar quebraderos de cabeza y gastos innecesarios. Un gesto que puede ocurrir con cierta frecuencia es salir de casa dejándose las llaves dentro.
Conozco a un par de cerrajeros, y sus principales clientes son personas despitadas, olvidadizas, jóvenes en su mayoría que viven solos Este olvido nos puede costar desde 75 a más de 300 euros dependiendo la ciudad y la hora a la que requiramos sus servicios.
¡Cuidado!, publicamos esta oferta hace más de dos semanas, y el precio puede haber cambiado. Para no perderte ninguna oferta, suscríbete a nuestro Telegram, Twitter o síguenos en Facebook con Compradicción (con todas las ofertas) y Compradicción Lifestyle (solo con las ofertas de Moda, Belleza, Deco, Deportes y Bebés) y las recibirás en cuanto las descubramos.
La primera opción a la que debemos recurrir es dejar una copia de las llaves en casa de algún familiar si reside en la misma población.
Cuando esto es así, tenemos que colocar una buena dosis de confianza y escoger a algún amigo o vecino para pedirle que nos guarde una copia de las llaves.
Aún así, puede ocurrir que no siempre tengamos a alguien para depositar las llaves de nuestra casa en su persona, por lo que otras soluciones son dejar un juego en nuestro centro de trabajo.
En nuestra mesa, en la taquilla si tenemos vestuario o sitios similares, nos podrá resultar más accesible si tenemos este olvido. No obstante el mejor recurso es tener una copia escondida en otro sitio con llave.
Este sitio es nuestro buzón de cartas del edificio, siempre y cuando sea un edificio civilizado y los buzones estén en perfecto estado. Esto no siempre tiene porqué cumplirse.
Pegamos con cinta aislante a la parte posterior de una tabla que hemos cortado previamente, una copia de nuestras llaves. Introducimos esta tabla en el fondo del buzón de manera que permanezcan ocultas, y no se pueda identificar que ahí hemos introducido nada. Si cogemos una tabla del mismo color que el buzón, el resultado será perfecto.
Lógicamente, tenemos que tener una llave del buzón separada del resto de llaves. Para evitar que esta llave se pierda, podemos colocarla en algún objeto que siempre llevemos con nosotros. Por ejemplo, un colgante donde la podamos introducir dentro, en la cartera o en el bolso.
Si tenemos este despiste alguna vez, tendremos un repuesto de llaves muy cerca de nuestra casa, sin tener que recurrir a caros cerrajeros o familiares y amigos a horas intempestivas.
Y para los que seais reacios a cualquier tipo de sugerencia planteada y no querás dejar una copia de las llaves de casa, os recomiendo que compréis un felpudo como éste que fotografía Manel.
Imágenes | Alfonso Benayas y Manel