La crisis también sirve para que aprendamos

La crisis también sirve para que aprendamos
Facebook Twitter Flipboard E-mail

¿Es posible sacar alguna nota positiva de estar en crisis? Difícil, desde luego, pero seguro que se puede. Más allá de tópicos con su parte de realidad como el de “crisis=oportunidad” o el de “nos creceremos en las adversidades”, lo cierto es que los tiempos difíciles nos ayudan a autoeducarnos. La inestabilidad nos vuelve precavidos y nos proporciona algunas ventajas que antes no teníamos.

  • Ponemos más atención a lo que sobra y se puede recuperar: En tiempos de bonanza, es costumbre no prestar mucha atención a las minucias. Nos basta con tener una idea general de cómo va nuestra economía personal, con saber que está bien y que no perdemos dinero, para darnos por satisfechos. Pasa también en las empresas.
    Sin embargo, en tiempos de crisis, damos la importancia que se merece a los pequeños gastos y, en especial, a lo que nos sobra y puede recuperarse. Los restos de comida, los muebles viejos, etc… Cada objeto de nuestra vida tiene la consideración que se merece
  • ¡Cuidado!, publicamos esta oferta hace más de dos semanas, y el precio puede haber cambiado. Para no perderte ninguna oferta, suscríbete a nuestro Telegram, Twitter o síguenos en Facebook con Compradicción (con todas las ofertas) y Compradicción Lifestyle (solo con las ofertas de Moda, Belleza, Deco, Deportes y Bebés) y las recibirás en cuanto las descubramos.

    Ver últimas ofertas de otros »

    • Nos ajustamos a nuestra realidad: Cuando a uno le llega el dinero fácilmente o cuando vemos que a nuestro alrededor todo va bien, es muy sencillo dejarse llevar. Compramos más de lo que necesitamos, nos damos caprichos sin los que podríamos pasar y siempre estamos un poco por encima de nuestra realidad.

      Sin embargo cuando llega la crisis y el miedo aparece, o cuando vemos que a gente que antes le iba bien ahora tiene problemas, lo primero que hacemos es cortar por lo sano y vivir de acuerdo con nuestras posibilidades. La mayoría de las veces nos damos cuenta, además, de que eso no significa vivir peor.

    • Vivimos menos “a crédito”: Ligado a lo anterior, cuando necesitamos mantener un tren de vida más alto que el que la vida nos permite, es sencillo acudir a los créditos bancarios, en cualquiera de sus tipos. Al final, pagamos mucho más de lo que cuesta cada uno de esos “caprichos”, de esas necesidades que nosotros nos creamos.

      La crisis nos sirve para pensar esa estrategia: preferimos ahorrar y pagar el dinero justo por cada cosa con ese esfuerzo del ahorro antes que seguir usando las tarjetas o los créditos personales.

    • Aprendemos conceptos básicos de economía del hogar: a muchas personas, nadie les he enseñado algunas normas básicas para que su vida económica sea saludable y satisfectoria. Cosas como conocer todos nuestros gastos las dejamos de lado cuando todo va bien.

      En contextos adversos, no nos queda más remedio que aprender todo aquello a lo que nunca habíamos prestado atención. Por suerte, los hábitos económicos que se cogen en momentos así es difícil que se nos olviden, ya que nunca volveremos a creer en Jauja.

    • Las ofertas se multiplican: Cuando una crisis es general, como la de ahora, y no sólo de un sector concreto, las ofertas y promociones especiales se vuelven cada vez más frecuentes. Puesto que todo el mundo piensa más en ahorrar y guardar dinero por si la situación empeora, los negocios tienen que poner reclamos para incitar a la compra.

      Es, paradójicamente, un buen momento para esas compras que siempre teníamos en mente y que aplazábamos porque eran demasiado caras.

    Vía | WiseBread
    Foto | F650Biker en Flickr
    En Ahorro Diario | Comprar y vender artículos de segunda mano para combatir la crisis

    Comentarios cerrados
    Inicio