Revisa el estado de tu maletero y ahorrarás gasolina

Revisa el estado de tu maletero y ahorrarás gasolina
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Para mover un coche, hace falta un cierta cantidad de carburante. Esa cantidad puede ser mayor o menor, dependiendo del peso que tengamos que arrastrar en cada momento. Por eso conviene de vez en cuando revisar el estado del maletero del coche. La pregunta es: ¿Todo lo que llevamos a cuestas nos resulta imprescindible?

Pues seguramente no. Hay muchos conductores que llevan arriba y abajo latas de aceite, bidones de líquido refrigerante, una caja de herramientas inmensa y tres o cuatro cacharros que nadie recuerda cuándo pasaron a formar parte de ese maletero. Al final, cada vez que salen de casa para ir al trabajo parece que estén haciendo una mudanza.

Todos esos elementos pesan. Y ese peso se transforma en consumo cuando un motor tiene que moverse para acarrearlo. Cuanto más pese el coche, más carburante consumirá.

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Vamos a vaciar el maletero…

En realidad, hoy en día los motores apenas consumen aceite. Un gasto mínimo de lubricante siempre es posible, pero con reponer el nivel de vez en cuando hay suficiente. Y eso se puede hacer en casa, así que no es necesario transportar permanentemente una lata en el maletero. Lo mismo sucede con el resto de líquidos. Si llevamos a cabo una revisión periódica de los niveles, no tiene sentido llevar tanto peso arriba y abajo. Y si el vehículo pierde líquidos de forma escandalosa… mejor que le eche un vistazo el mecánico.

Tampoco tiene demasiada razón de ser llevar en el coche una caja de herramientas que bien nos podría servir para desmontar una lavadora y hacer de ella un radiador eléctrico. Hoy en día la reparación de un coche comienza conéctandole un PC y evaluándolo como quien le pasa un antivirus al motor. Sin ese diagnóstico, poco se puede hacer. Así que, ¿para qué queremos tantas herramientas a bordo? Como mucho, unos guantes y un destornillador doble de caña reversible para cambiar las bombillas del vehículo (y de aquí a poco, ni eso) y ya está.

Y todo esto por no hablar de ciertos bultos que no pintan absolutamente nada dentro del coche. ¿Qué hacen en el maletero las cosas de la playa en pleno mes de noviembre? ¿Por qué paseamos una garrafa de 8 litros de agua si no vivimos en el desierto y apenas bebemos un par de tragos de una botella? Ah, que es por si acaso la necesitamos. Entonces, ¿por qué no cargamos también con el sofá por si nos da por echarnos una siesta en medio de la calle?

Claro, que tampoco podemos caer en la trampa de querer ahorrar peso y carburante a cualquier precio. Hay elementos que llevamos con nosotros y que no podemos dejar en el camino (y no me refiero a los acompañantes). Aunque parezca mentira, hay conductores que, para ahorrar carburante, desmontan la rueda de repuesto y la dejan en casa. Eso es una mala lectura del ahorro. Como siempre que buscamos reducir nuestros gastos, hay que saber diferenciar lo que es imprescindible de lo que resulta superfluo.

Foto | Flickr (yahtzeen)

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