¿Sigues parado? Apaga el motor

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En ciudad es frecuente que nos detengamos cada dos por tres para esperar a que el semáforo se ponga en verde. Y en algunos casos, esas detenciones pueden llegar a ser realmente largas. En esas circunstancias, mantener el motor en marcha dispara tanto la contaminación atmosférica y acústica como el consumo de carburante que empleamos sólo para que el motor permanezca encendido. Eso, al cabo del mes, es un dineral para nuestro bolsillo.

Hay otra forma de actuar, mucho más saludable y mucho más económica. Se trata de apagar el motor de nuestro vehículo cuando no necesitamos que permanezca encendido. Tan sencillo como recuperar la vieja idea de que sólo usamos aquello que necesitamos realmente. Estando el coche quieto, ¿necesitamos que el motor esté en marcha?

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En principio, no. Quitando casos extremos de calor insoportable en los que apagar el motor significaría desconectar el aire acondicionado y morir por un golpe de calor, en el resto de ocasiones se nos presentarán largas retenciones en las que podremos prescindir del motor y aliviar nuestro consumo de carburante.

Se considera que a partir del primer minuto de retención ya compensa apagar el motor. El desgaste del motor de arranque y la alimentación que se emplea en el momento de encender el motor quedan en nada cuando lo comparamos con el medio litro a la hora que consume un coche sólo para mantenerse en marcha. Si nos movemos en ciudad, más que evaluar los kilómetros que hacemos, conviene plantearse cuánto tiempo pasamos parados y con el motor en marcha. Con los datos en la mano, nuestra amiga la calculadora nos ayudará a cambiar de hábitos.

Foto | Flickr (Ewan-M)

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