La economía salta por la ventana. Adaptación “made in Remo” de una frase que es una realidad en el más amplio sentido de la palabra. El tabaco es un vicio muy extendido en nuestra sociedad, y fuera de los matices sanitarios y sociales de su consumo, que en definitiva sóllo nos provoca tos y cáncer, en el aspecto ecónomico es una verdadera sangría.
Un fumador medio, que consuma un paquete de cigarrillos al día gasta anualmente unos 1.000 euros en este droga socialmente aceptada. Para un famoso mileurista, este importe corresponde con el salario de un mes. Creo que económicamente fumar es un verdadero atraso.
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La mejor forma de ahorrar en este vicio, es dejarlo directamente; de raiz y sin contemplaciones. Existen multitud de sistemas, fármacos y terapias para abandonar su consumo. No estoy diciendo que estas fórmulas sean gratuitas, pero siempre va a ser más económico dejar de fumar que mantener este gasto indefinidamente.
Pero hay un sector que está plenamente convencido de seguir fumando, y no entra en sus planteamientos abandonar su consumo. Para quien se encuentre en esta coyuntura, puede recurrir al menos a ahorrar en el precio del tabaco que consume.
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Evita la compra de tabaco en máquinas expendedoras. Los estancos no están de adorno y podemos ahorrar un 20% de media en su compra.
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Recurre al tabaco en picadura o tabaco de liar. Su precio es el 50% del tabaco en cajetilla, y existe una gran variedad tanto en tabaco negro como rubio, y muchos de una calidad bastante buena.
El inconveniente de la picadura de tabaco, es el procedimiento previo que tenemos para fumarlo, dado que tenemos que liar los cigarrillos, y la imagen que proporcionamos es como si estuvieramos consumiendo otro tipo de drogas. No obstante, insiisto para finalizar: El mejor ahorro en tabaco es no fumar.
Imagen | humorisalutlleida.cat