Ya que estamos, y siguiendo la línea general del post anterior en esto de hablar de experiencias propias, hablaré en esta ocasión de hasta qué punto compensa lo de pillarse un viaje en un régimen de todo incluído. Ya se sabe, estancia en el hotel con desayuno, comida, cena y todo lo queramos para comer y beber a lo largo del día dentro del mismo precio. Vamos, lo que viene siendo despreocuparse de posibles gastos a mayores.
En mi caso y disfrutando de una buena oferta que encontré, apenas saqué la cartera y la tarjeta del bolso en lo que me iba restando de viaje, menos por esas compras de las que siempre se puede prescindir. Y una vez llegas a casa y comparas con viajes anteriores, te das cuenta de que te habías gastado lo mismo sin poder disfrutar de tantas comodidades o incluso más.
¿Cuál es vuestra opinión ahorradores? ¿Compensa o no compensa? Por supuesto y como siempre, sabemos que para ir a la caza de las mejores ofertas es importante buscar y buscar con suficiente antelación y evitando festivos, puentes y pleno verano.
Imagen | Boca Dorada