Análisis Levoit LVAC-200: el complemento perfecto para la limpieza de la casa no cuesta demasiado dinero

Si en los últimos años hemos visto el auge de los robots aspiradores, podría decirse que el de las aspiradoras sin cable  (o de tipo escoba, o verticales), ha ido parejo al de éstos. Muchos son los que prefieren dejar el trabajo a un sistema totalmente automático, pero para los que no, o para los que prefieren combinar ambos sistemas, una buena opción puede ser hacerse con una aspiradora como la Levoit LVAC-200. Si alguna vez te has planteado comprarla pero no has terminado de decidirte, aquí te damos todos los detalles sobre ella; los bueno y los malos.

Aunque la marca es más conocida por sus purificadores y humidificadores de aire, también se atreve con los aspiradores sin cable, como el que nos ocupa.

No son muchas la propuestas que podemos encontrar en este segmento, pero dado que la marca pertenece al mismo grupo empresarial que las afamadas freidoras de aire Cosori, bien se merece un voto de confianza.

En este caso, tenemos un modelo económico, con unas pretensiones modestas aunque con prestaciones suficientes para cubrir las necesidades de muchos usuarios sin entrar en batalla como las marcas "grandes" del segmento.

Así, con esta LVAC-200, ya adelantamos que lo han hecho bastante bien. No tendremos la mejor autonomía ni potencia de succión, pero la aspiradora cumple con su trabajo manteniendo un peso muy contenido y un formato compacto que muchos agradecerán sobre los aspectos de más arriba. Todo ello, además, con un precio con el que pocos modelos de otras marcas (al menos de cierto prestigio) compiten.

Ficha técnica

En la caja

La caja de esta Levoit LVAC-200 se presenta en cartón en crudo, sin florituras, (¿alguien las necesita en una aspirador?). Dentro de ella encontramos el mismo material para las bandejas protectoras. Todo en un tamaño bastante compacto (cuesta creer que una aspiradora de tipo escoba quepa en una caja tan pequeña).

Dentro tenemos la propia aspiradora y todos los accesorios que la acompañan, envueltos en bolsas de plástico para evitar rayas durante el transporte.

La lista completa de elementos (además de las instrucciones y la garantía) sería: el propio aspirador, con el depósito y la batería montados, junto con dos cepillos para el pelo de las mascotas, tapicerías o alfombras. El primero está pensado también para las esquinas y lugares estrechos, retrayendo el cepillo, mientras que el segundo permite desmontar el cepillo. Encontramos también un cargador para la batería, la propia batería, el cepillo motorizado, un tubo extensor, pensado sobre todo para el cepillo motorizado, pero utilizable también con los otros dos cepillos, y por último, un soporte para colgarlo de la pared, con la correspondiente tornillería para hacerlo.

Montaje y puesta en funcionamiento

El montaje de la LVAC-200 no puede ser más simple. De entrada, la aspiradora en sí viene prácticamente montada. La batería y el depósito vienen colocados en sus lugares correspondientes, por lo que sólo tendremos que añadir los accesorios de aspiración.

Tenemos la opción de usarla como aspiradora de mano o como escoba, y según el uso en cada momento, es sólo cuestión de elegir qué accesorios vamos a usar. Dichos accesorios se colocan simplemente con un poco de presión, y se sacan de la misma manera, exceptuando el cepillo motorizardo, que cuenta con un par de pulsadores para extraerlo de cada extremo del tubo alargador.

Se puede decir que para los tres accesorios de aspirado tenemos la opción de usarlos "en modo largo", o "en corto". Es sólo cuestión de sumar o no el tubo extensor, así tendríamos 3 configuraciones en modo largo, y tres configuraciones en modo corto.

Por otra parte, a la inversa, el desmontaje tanto de la batería como del depósito y los filtros es también de lo más fácil. Para la batería, que es extraíble y se puede cargar sin estar colocada en la aspiradora, una vez más tenemos un pulsador que permite sacarla muy fácilmente. Dicha batería además se puede sustituir sin complicaciones, teniendo una segunda por si necesitamos tiempos de aspirado más largos que los que ofrece una carga. La marca la vende en torno a los 60 euros.

Para el depósito, tenemos de nuevo un pulsador para separarlo de la aspiradora, y otro más para abrir la tapa de vaciado. El sistema de vaciado además, es muy cómodo, y es difícil mancharnos o echar el polvo y la suciedad recogidos fuera del cubo de basura.

Dentro del depósito encontramos tres de los filtros, uno metálico que se extrae con sólo un cuarto de giro, más otros en la parte superior del mismo, que se sacan simplemente tirando de ellos. Mientras, en el propio cuerpo de la aspiradora tenemos el cuarto filtro, que se desmonta también con medio giro. Todos ellos son lavables y reutilizables.

En cuanto a la puesta en marcha de esta Levoit, es otro aspecto que no puede ser más simple: tenemos sólo un par de botones, uno para el encendido y apagado y un segundo para pasar del modo Eco al modo Turbo, sin más.

Diseño

El diseño de la Levoit LVAC-200 nos ha parecido de lo más acertado. Por un lado es muy cómoda de usar con una sola mano. Gracias a su peso ligero, no tendremos problema en ello y además podremos usarla en modo aspirador de mano sin cansarnos.

El sistema de montaje y desmontaje de todos los accesorios y partes de la aspiradora es también un acierto, aunque a veces, cuando tenemos el accesorio para tapicerías montado con el cepillo retraído, es fácil ver que se nos baja sin desearlo.

El cepillo motorizado, de tipo "rodillo", es de goma y antienredos, y es también muy fácil de desmontar. Cuenta con un botón más de extracción para poder separar el cepillo en sí y poder limpiarlo fácilmente. El diseño de éste es también muy acertado, sobre todo por la iluminación LED con la que cuenta en su parte delantera. Ésta nos facilitará la limpieza en lugares más oscuros.

A la hora de coger el asidero de la aspiradora, encontramos una buena ergonomía que hace difícil que se nos escape de la mano. Está pensada para cogerla con una única mano y cuenta con los dos botones de control en la parte superior, al alcance del pulgar. Eso sí, dado que su diseño es bastante simétrico, cuando no estamos usando la aspiradora con el cepillo motorizado y tenemos puesto alguno de los accesorios cortos, es fácil confundir la posición de agarre y darnos cuenta de que nos hemos equivocado cuando estamos buscando el botón de encendido con el pulgar y en realidad está en la parte de abajo.

La LVAC-200 está diseñada para poder aspirar fácilmente incluso debajo de muebles, sofás y sillones o camas. Para ello, viene articulada y puede usarse en una posición completamente plana, paralela al suelo. También cuenta con un movimiento basculante a izquierda y derecha en el cabezal del cepillo motorizado que nos facilitará la limpieza y el maniobrar mientras pasamos la aspiradora.

En cuanto a la batería, nos parece ideal el poder cargarla separada de la aspiradora. Es mucho más cómodo que tener que cargarla colocada en su lugar, aunque también podemos hacerlo si lo deseamos.

Lo que no nos ha parecido gran cosa es el accesorio para "aparcarla" en la pared. Es práctico, pero no es un sistema demasiado estudiado. Además, el cargador de la batería sigue siendo completamente independiente de este sistema, por lo que siempre tendremos un cable colgando cerca de él si somos de los que preferimos cargar la aspiradora con la batería puesta y colgada de la pared.

Uso y limpieza con la Levoit LVAC-200

Lo realmente importante en una aspiradora viene a la hora de pasarla. Y la LVAC-200 cumple. Limpiar los suelos con ella es bastante cómodo. Además, aunque tiene una potencia de succión bastante limitada si comparamos con otras aspiradoras o robots de limpieza, lo cierto es que no se deja suciedad atrás, sin siquiera necesitar que pasemos al modo Turbo.

No soy aficionado a las alfombras, así que no tengo en la casa, más allá del felpudo en la puerta o la del baño. He probado también la aspiradora en ellas, y la verdad es que la suciedad y los pelos se quitan sin problema. Además mis mascotas son pájaros, y tanto las plumas como el grano y las cáscaras de éste que dejan, se recogen con total facilidad con ella.

Eso sí, la aspiradora no cuenta con detección de suciedad, por lo que no pasa automáticamente del modo Eco al Turbo. Este cambio es cosa nuestra, aunque como digo, no nos hará falta hacerlo muy a menudo. De hecho, sólo he usado el modo Turbo cuando he tenido que limpiar con el accesorio para rendijas y lugares estrechos y no he conseguido alcanzar el fondo de la hendidura en cuestión.

Otro punto a su favor lo encontramos en la manejabilidad. Es muy de agradecer la flexibilidad de la aspiradora. El hecho de que se pueda usar totalmente horizontal es un plus a la hora de limpiar bajo la cama o los muebles.

También viene muy bien contar con la luz LED en la parte delantera del cepillo motorizado. Gracias a ellas es más fácil limpiar en zonas más oscuras o después de haya anochecido.

Además, en ese sentido, (no vamos a recomendar a nadie que limpie a las 11 de la noche), pero la aspiradora no es demasiado ruidosa, al menos en modo Eco. Los 70 dB que declara Levoit para el modo Eco, no son un nivel de sonoridad demasiado elevado, por lo que no molestaremos a los vecinos y tampoco terminaremos enloquecidos tras una sesión de limpieza. Eso sí, los 75 dB del modo Turbo sí que se hacen notar más.

Por otra parte, usar la LVAC-200 a modo de aspiradora de mano la hace muy práctica para, por ejemplo, llevárnosla al coche. Aquí quizás se agradecería más potencia, pero al fin y al cabo, podemos dejar limpia la tapicería y adecentar bastante las esterillas del suelo o del maletero sin problemas. Además, con el tamaño tan compacto que tiene, no encontraremos demasiadas molestias para movernos por el interior del vehículo... No al menos si no tenemos un Smart ForTwo...

Batería y autonomía

Este es realmente el punto débil de la Levoit LVAC-200. La autonomía resulta algo escasa. Con media hora no tenemos para mucho, y ni que decir tiene que los 15 minutos en modo turbo son un tiempo cortísimo de uso.

Aún así, en su favor hay que decir que si la usamos más para mantenimiento que para limpiezas más intensivas, con esta aspiradora podremos tener suficiente. Es más el uso que yo he estado haciendo de ella; limpiezas más generales a la manera tradicional, con escoba y luego fregona, y luego, algo de mantenimiento, unos días con robot aspirador y otros usando la Levoit, y para este uso, me ha parecido la aspiradora perfecta.

Quizás se eche en falta también una manera de saber más exactamente el tiempo de uso que nos queda. El sistema elegido por la marca es indicarlo con tres pilotos LED que se van apagando a medida que consumimos la carga. Luego, al conectarla al adaptador de corriente, estos mismos LED Nos van indicando a qué nivel va estando la batería.

Tenemos claro que una pantalla hubiera drenado más la batería, pero hoy en día es algo muy habitual en modelos de gama superior y aquí se echa en falta, para tener datos más concretos, como el del tiempo de uso restante.

Precio y conclusiones

Dicho todo lo anterior, lo cierto es que esta Levoit LVAC-200 nos ha parecido un muy buen pequeño electrodoméstico de limpieza. No es la aspiradora definitiva, pero es perfecta para los que no quieren gastar demasiado y no van a basar sus sesiones de limpieza en ella.

Si la autonomía nos es suficiente y no queremos un modelo con una potencia de succión mucho mayor, pagar por ella sólo 179,99 euros es algo bastante razonable. Y ni que decir tiene que es mucho más si la podemos comprar rebajado, como en el momento de escribir este análisis, que se puede encontrar en Amazon por unos ridículos 129,99 euros.

Así que, si no queremos invertir cifras mucho mayores en una "escoba motorizada", no podemos más que recomendar la Levoit LVAC-200. Será un dinero bien empleado.

Este producto ha sido cedido por la marca para la prueba. 
Tienes más información sobre la LVAC-200 en la web de Levoit

Imágenes | Levoit, Manu García

En Compradicción: Análisis yeedi Vac 2 Pro: el mejor robot de la marca hasta la fecha

En Compradicción: Análisis Cosori Turbo Blaze: la freidora de aire definitiva