Nuestro jardín, nuestra terraza si vivimos en un piso, también necesita iluminación. No sólo por estética, que también, sino sobre todo por seguridad. Teniendo un exterior bien iluminado evitaremos caídas, accidentes o en algunos casos incluso intrusos (aunque seamos sinceros, a estos ya no hay quien les pare).
Iluminar nuestro jardín o nuestra terraza de noche nos puede suponer del orden, dependiendo del tamaño y de los puntos de luz que pongamos, de un 20-30% de incremento en nuestra factura de la luz, por eso se hace imprescindible buscar soluciones ahora que pensamos en ahorrar, y qué mejor que usar las posibilidades que nos da la luz natural.
Aprovechar la luz natural que podemos recoger en el exterior durante el día para iluminar nuestro jardín durante la noche es una posibilidad muy económica y además muy estética, ya que durante años, debido a la disminución de los recursos se ha innovado en este sentido y hoy por hoy tenemos multitu de opciones.
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La más habitual y económica son las balizas solares pequeñas lámparas que se claven en nuestro jardín o macetas y que llevan instaladas unas pequeñas placas solares, que las hacen funcionar de forma autónoma.
De esta manera se cargan durante el día y al llegar la noche se encienden por sí solas. Lo que las hace perfectas para iluminar senderos o como luz base en un jardín. No tenemos que prescindir de las lámparas normales pero sí que podemos evitar encenderlas en muchas ocasiones gracias a las balizas.
Además su precio es bastante económico y son muy fáciles de encontrar. Las mías las compré en Leroy Merlín, un juego de 6 por menos de 30 euros, lo que me dio para iluminar todo el jardín. Además las hay más económicas y con diseños muy diferenciados en distintos materiales, por si quieres algo más glamouroso.
Utilizándolas te arrorás no sólo los disgustos de tener un jardín mal iluminado sino además gran parte de ese 30% del que os hablaba, ya que en muchos casos no necesitamos encender la luz sólo una luz auxiliar, y además evitaremos los despistes como dejarnos la luz encendida.
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