Sin darnos cuenta, el calendario ha alcanzado la fiesta de disfraces por excelencia de una gran parte del mundo, Carnaval. Unas fechas, en las que familias enteras e incluso grupos de amigos dedican, o dedicaban, gran parte de sus ahorros a confeccionar y elaborar sus mejores galas carnavalescas.
Debido a los tiempos de recesión que nos han tocado vivir, se prevé que el disfraz más repetido en los carnavales de 2009 sea el de crisis. El precio de un disfraz varía entre 15 euros y 1.200 euros en adelante para los de alta confección. A pesar de haber un amplio abanico de disfraces baratos estos no convencen lo suficiente en nuestra ajustada economía doméstica.
La única arma no abatible que nos queda es usar la propia imaginación y un buen repositorio de disfraces caseros que nos ayuden a localizar, por nuestros armarios y cajones desastre de altillos o trasteros, aquellos elementos necesarios para crearnos nuestros propios disfraces “low cost” o a coste 0.
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Las estadísticas están para romperlas y es que, a pesar de tener que convivir con esta recesión económica, tenemos que echarle un pulso a esta crisis generalizada en cualquier situación que se nos presente. Carnaval no va a ser menos y para ello contamos con Internet, en donde podremos encontrar un gran número de páginas dedicadas a los disfraces caseros.
Las fiestas son para disfrutarlas como las propias tradiciones mandan y en ésta, que hoy nos concierne, impera el disfrazarse. En páginas web como Fiestafacil nos ayudan a elaborar nuestros propios disfraces caseros con elementos que podemos encontrar en nuestro hogar o, en su defecto, en la casa del vecino.
Cajón de lencería, El tiempo vuela, Medusa, Un baño de espuma, La madre naturaleza, Ronaldhino y Tornado entre otros, son algunos de los ejemplos que podemos encontrar. Además de pasar un rato agradable en la elaboración del disfraz conseguiremos ahorramos unos euros a nuestra economía diaria. Otra cosa será que nuestro toque personal guste a nuestros amigos pero para gusto los colores y sino que se lo digan al personaje de la foto.
Un ejemplo de los elementos necesarios para el disfraz de Un viaje en autopista: pega trozos pequeños de cinta blanca, como de pintores o de electricistas, en un chándal gris o negro como si fueran las líneas marcadores de la carretera, y añade (cosiendo y fijando con velcro) unos coches de juguete.
Imagen | Lady Elixir, Heart Industry