Una limpieza de cutis es algo necesario y uno de los tratamientos de belleza más solicitados. Su precio ronda los 30 euros en centros de estética y hoy queremos aconsejaros una muy práctica que nos ha enviado Lara (muchas gracias) y que podemos hacer en casa para ahorrarnos esos eurillos.
Lo único que necesitamos es: agua, sal, tomate y un huevo. Sencillo y económico, ¿o no? Eso sí, es recomendable no abusar y no realizarla más de una vez al mes, porque aunque sea del todo natural es necesario dejar descansar nuestra piel.
El primer paso es echar sal en un vaso de agua y aplicarla en la cara. Puede que escueza un poco, pero tenemos que pensar que es necesario aguantar unos minutos hasta que se seque, para obtener unos mejores resultados. Después nos lavamos con abundante agua.
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Tras este ‘resfrescante’ lavado, cortamos medio tomate y nos lo aplicamos en la cara, restregándolo suavemente y con movimientos circulares. Dejamos actuar este ‘tónico’ dos o tres minutos aproximadamente y nos lavamos la cara de nuevo.
El último paso es batir la yema de un huevo y una vez uniforme aplicarla en el rostro, apartando el pelo para no mancharlo (resulta muy engorroso). Dejamos que la mascarilla de yema de huevo se seque respetando la zona de las cejas, los ojos y los labios (es mejor no acercarse demasiado, sólo aplicar en el contorno). La quitaremos cuando podamos retirarla a tiras y notemos la tirantez en la piel al gesticular.
Ahora sólo nos queda lavar bien la cara con abundante agua y empezar a notar los resultados de manera inmediata… ¡más suave imposible!
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Imagen | edithbruck
Agradecimiento | a Lara, muchas gracias por enviárnoslo