En la limpieza que realizamos en casa insistimos en cristales y muebles sin pararnos a pensar que el teléfono forma parte del mobiliario y a veces solo le quitamos el polvo y poco más. Sobre todo en los hogares donde hay fumadores el teléfono es junto con las paredes y cortinas uno de los artículos que más se nota un ligero color amarillento.
Para que este importante instrumento de comunicación luzca como nuevo la mejor manera de limpiarlo es con un algodón humedecido en alcohol de quemar. Frótale poco a poco y cuando el algodón esté sucio cámbialo por otro, ten cuidado de no humedecer en exceso el teléfono y para las partes más difíciles, como los botones, usa un bastoncillo de los que se usan para los niños.
Seguro que tu viejo “domo” recuperará el color original y no tendrás necesidad de cambiarle en mucho tiempo. Este truco también se puede utilizar para el teclado del ordenador y el monitor, sobre todo cuando se empiezan a poner de un dudoso color beige.
Imagen | DanBrady
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