Ayer en un centro comercial de Fuengirola me di cuenta de que en la misma tienda que yo había una carterista, cautelosa y con varias perchas en la mano la otra la dejaba libre para introducirla despacito, o al menos intentarlo, en el bolso de mujeres que veían la ropa. En cuento se dio cuenta de que la miraba se marchó rápidamente.
Perder la cartera o el monedero nos puede acarrear un gran disgusto al menos durante el tiempo que tardamos en volver a tener toda la documentación. Las tarjetas que usamos para no llevar encima es de las cosas más importantes que hay que anular, en el momento que contactes con ellos (en la vía vienen los teléfonos para hacerlo) apunta la hora y nombre de quien te atiende para poder reclamar después si detrás de la llamada tu tarjeta sufre un pago no deseado.
No llevar siempre toda la documentación encima es otro de los consejos para que después no te quedes sin nada. Si perder el móvil es latoso, lo de la cartera te puede tener después semanas en busca de nuevo DNI o ir reponiendo tarjetas de banco en banco con sus consiguientes gastos.
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