¿Habéis oído hablar de la pirólisis? Seguramente sí. Es un programa que permite limpiar el horno sin ningún tipo de esfuerzo y que ya llevan incorporadas algunas marcas, como Fagor o Whirlpool.
En principio si no nos paramos a pensar, la idea resulta bastante atractiva. Los que cocinamos de forma habitual sabemos lo que cuesta limpiar el horno después de un asado y que nos prometan hacerlo de forma tan cómoda nos encanta… pero claro, tenemos que tener en cuenta que esta función consiste en calentar el horno a 500 grados para reducir la suciedad a cenizas y dura desde una hora y cuarto, en los programas más eficientes a las dos horas y media, con el consiguiente gasto de energía.
Es decir, que sí, que vas a ahorrar tiempo, y que vas a limpiar de forma más cómoda pero a la hora de la verdad tu factura va a crecer bastante.
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Es igual de cómodo que la pirólisis, pero necesita mucho menos gasto de energía, ya que consiste en introducir determinada cantidad de agua en el interior del horno y ponerlo en un programa corto y específico en el que se evapore. De esta manera soltará toda la suciedad que hay distribuída alrededor de las paredes del horno y hará que sea muy sencillo retirarla, gracias también a que el interior está barnizado con un material especial pensado específicamente para esto.
En definitiva, que no es oro lo que reduce, y que a la hora de comprar un horno tenemos que buscar la comodidad pero también la eficiencia energética, y en este caso, la limpieza por agua es mucho más rentable.
Vía | Decoesfera
Más información | Gorenje, Neff
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