Tras la trágica muerte de Michael Jackson, se han celebrado innumerables homenajes en su honor y se ha hablado de él largo y tendido. Sin duda, ha muerto un hombre que significó muchísimo para la música y para la cultura actual.
Michael Jackson lo tuvo todo para ser feliz: llegó a lo más alto en el mundo de la música, vendió millones de discos, era admirado y querido por millones de fans de todo el mundo, consiguió hacerse una gran fortuna, pero seguramente, nunca fue feliz e incluso murió con su patrimonio al mínimo y entre grandes deudas.
Y aunque una persona tan rica como Michael Jackson sea la envidia del ciudadano medio por toda su riqueza y por todas sus posesiones, en realidad, no disfrutó de lo que tenía.
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Las compras por capricho, la acumulación de objetos absurdos, los gastos excéntricos, no te hacen más feliz, todo lo contrario. Cuanto menos tienes, más aprecias lo poco que tienes y más disfrutas el momento en el que consigues permitirte ese capricho tantas veces soñado.
Un niño que tiene un juguete adora su juguete y lo quiere con locura, un niño que tiene mil juguetes no juega con ninguno de ellos. Michael Jackson no disfrutó de su infancia, pero tampoco la consiguió comprar de adulto.
Imagen | Flickr de Photoberry TV
En Hipersónica | Michael Jackson ha muerto