Quien no sabe hacia donde va por normal general no suele llegar a ninguna parte. Por este motivo si nuestro propósito es tomarnos el ahorro más enserio, es imprescindible fijar un plan,, para lo cual antes de nada debemos conocer con exactitud cual es nuestro punto de partida y a partir de ahí realizar un seguimiento.
¿cuánto gastas al mes en cafés, copas y lotería? ¿y al año? ¿podrías reducir la partida anual destinada a ocio un 10%? ¿cuanto suponen al cabo del año esos pequeños caprichos que te das cada día? Bien, comencemos por el principio:
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1. Anotar todos tus gastos:
Lo primero que debes hacer es anotar minuciosamente todos tus gastos, por pequeños que puedan parecer a priori. De este modo podrás saber con exactitud a cuanto ascienden realmente esos pequeños caprichos diarios si los proyectas en el tiempo. ¿Cuánto gastas al mes en cafés, copas, lotería o periódicos? ¿y al año? haz números.
2. El poder de las gráficas:
El siguiente paso es crear una hoja de cálculo y añadir tus gastos e ingresos fijos. Crea gráficos de pastel para saber qué porcentaje destinas a cada concepto (ocio, alimentación, transporte, gastos de la casa…) Ahora haz un gráfico de barras diferenciales para ver con claridad la parte de tu sueldo destinada al ahorro.
Actualiza cada mes tu hoja de cálculo y observa los cambios que se producen en las gráficas. De un simple vistazo verás qué mes ha sido peor, donde puedes mejorar o como lo llevas en el mes actual en relación a los anteriores.
¡Puede ser hasta divertido!
3. Pasa a la acción:
La idea principal de todo esto es adquirir consciencia de las dimensiones del gasto, planificar nuestras finanzas personales para evitar la toma de decisiones en frío (compra por impulso) y sobre todo establecer unas prioridades y marcarnos objetivos.
Proponte mejorar un poco cada mes. Fíjate metas asumíbles y haz un seguimiento.
Foto | Flickr (marstheinfomage)